Carla Bruni atacada por la prensa inglesa por no llevar sujetador en la recepcion al presidente ruso
Carla Bruni es elegante, con una percha imponente y un estilo que crea escuela dentro y fuera de las fronteras galas. Quizás por eso los ingleses se han echado las manos a la cabeza cuando han reparado en el ‘desapego’ que la primera dama francesa siente por la ropa interior a sus 42 años. Las alarmas saltaron tras observar al milímetro el ceñidísimo vestido azul de Roland Mouret que Bruni lució durante la recepción que su esposo, el presidente galo Nicolas Sarkozy, ofreció en el Elíseo al mandatario ruso Dimitri Medvedev el pasado 3 de marzo.
Ni su espectacular silueta, ni sus tacones, ni sus brillantes pulseras… Los dos bultitos que sobresalían de su pecho dejaban claro que la mujer de Sarkozy había ¿olvidado? la prenda interior. O quizás es que no le entraba en tan ajustado modelito, porque nada de espalda al aire como excusa para desprenderse del sostén. Su vestido era totalmente cerrado a la caja. Por delante y por detrás.
Y ahí han entrado los ingleses para atacar a los franceses a través de uno de sus ‘símbolos’. Hace unos días, el diario ‘The Sun’ titulaba ‘Ooh la la, where is her bra?'(Ooh la la, ¿Dónde está el sujetador?) para cebarse con la ex modelo. Los británicos han arremetido duramente contra la primera dama: critican su falta de decoro en un acto oficial en el que se debían respetar las normas protocolarias escrupulosamente. Y el contraataque de los galos no se ha hecho esperar. La prensa nacional ha saltado al unísono para defender a capa y espada a Bruni alegando que no enseñaba nada. Y tampoco hubiera lucido públicamente nada que no se hubiera visto antes, ya que posó desnuda para la revista ‘Interviú’ en 1996.
Veterana en estas lides
Parece que Bruni no es nueva en esto de ‘desvestir’ su figura en actos públicos. Las lenguas más afiladas recuerdan que en la visita que el matrimonio Sarzoky realizó a los Reyes de España el año pasado, Carla pasó del sujetador en otro elegante vestido azul que lució en su recorrido por el Museo del Prado.
Lo cierto es que bien por estética o comodidad, quizá nos encontremos ante una nueva moda. Precedentes tiene a los que agarrarse Bruni y en casi todos los países. Kate Moss, Lindsay Lohan, Eugenia Martínez de Irujo, Laetitia Casta… también dejaron sus atributos sin sujeción y sin motivo aparente. No pasó nada. Claro que igual los franceses también se ofenderían si Camilla Parker siguiera el ejemplo de su primera dama.
Fuente: elcomerciodigital.com