McLaren sopesa reemplazar el motor del coche de Hamilton

Lanzar los guantes con rabia es síntoma de que algo no va bien. Es la primera vez que se ve un gesto así a Lewis Hamilton. Ocurrió al final de la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Brasil, después de unos tiempos mediocres en la segunda manga (noveno) y, sobre todo, muchos problemas con los neumáticos blandos.

Lo peor es que el motor con el que correrá hoy y mañana puede estar ligeramente dañado tras el GP de China. Felipe Massa, en cambio, supo sacar el máximo de su Ferrari desde el primer momento y en esta carrera estrenará propulsor.

El brasileño ve ya con otros ojos los siete puntos que el inglés tiene de ventaja en el desenlace final del mundial. «Es solo un viernes, pero un viernes óptimo», advierte el brasileño con cara de pillo.

17 PILOTOS EN UN PUÑO

Todo está tan apretado que cualquier fallo, cualquier error en los reglajes, en la estrategia, en una frenada pueden ser fatales. Solo seis décimas separaron a los diez primeros coches, 17 pilotos en un segundo. «Con cualquier mínimo detalle puedes ganar o perder muchos puestos en la parrilla», advierte Fernando Alonso, el mejor ayer. «El objetivo es acabar en el podio», añadió el bicampeón.

Si Alonso se ve tercero, si los Ferrari apuntan a un doblete, si Robert Kubica (cuarto en la primera sesión) consigue ir rápido con el BMW, los problemas aumentan para Hamilton. Necesita un quinto puesto para ser campeón, pero ya no parece pan comido. El inglés se cansó de hacer planos en sus neumáticos delanteros. Es verdad que en su agresivo estilo de conducción bloquea las ruedas más que ningún otro piloto, pero había conseguido completar el GP de China sin un solo blocaje. Ayer acabó sus tandas largas con las ruedas cuadradas en las tandas largas.

Nadie en McLaren lo reconoce, pero algún ingeniero se ha ido de la lengua en privado. El equipo está preocupado porque Hamilton acabó el GP de China con indicios de que su motor puede darle problemas en Brasil. Presenta síntomas similares a los que desembocaron en la rotura del motor del coche de Heikki Kovalainen en Japón y en China. El propulsor del finlandés explotó en una gran nube blanca tras reventar una válvula en Fuji, y, de nuevo, otro problema en una válvula le obligó a retirarse en China.

SIN PRESIÓN

Cuando Hamilton pruebe hoy el motor en la tercera sesión, McLaren deberá decidir si es una falsa alarma o, por el contrario, es recomendable cambiar el motor y perder diez puestos en la parrilla. «No es cierto que haya lanzado los guantes», dijo el inglés intentando tapar su nerviosismo. «No tengo ninguna presión», añadió. La ligera lluvia que apareció intermitente acabó por cabrear a Hamilton. «Es lo peor, el tiempo cambiante. Deseo o seco o que llueva, pero no este tiempo indeterminado», señaló el todavía gran candidato al título.

fuente: el Periodico.com

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